En un estudio que fue publicado en el American Journal of Sports Medicine en Abril de 2019, se comparó el resultado del tratamiento del dolor en la cara lateral de la cadera, llamado “bursitis trocantérea” o “trocanteritis», por medio de dos tipos de infiltraciones. Hoy os damos los resultados.
Las infiltraciones se hicieron bien inyectando corticoides, o bien inyectando plasma rico en factores de crecimiento (PRFC). En ambos casos, las inyecciones se guiaron por medio de ecografía, para asegurar la precisión del tratamiento. En total, se trataron 80 pacientes, que se distribuyeron al azar entre los dos tratamientos.
Los pacientes tratados con las inyecciones de plasma rico en factores de crecimiento obtuvieron mejores resultados en cuanto a la mejoría del dolor y la función de la cadera que los tratados con corticoides.
La mejoría después del tratamiento con las inyecciones de PRFC se mantuvo durante todo el seguimiento, que fue de 2 años, mientras que la mejoría en los pacientes tratados con la infiltración de corticoides fue más rápida (alcanzó un pico máximo a las 6 semanas), pero desapareció al cabo de 6 meses.
La razón de esta diferencia hay que buscarla en el hecho de que en la mayor parte de los casos de dolor trocantéreo, en realidad la “bursitis” es una reacción al daño subyacente en el tendón del glúteo medio, que es el verdadero responsable del problema.
En estos casos, los corticoides no suelen resolver la situación del tendón, mientras que el PRFC actúa estimulando el proceso natural de reparación tendinosa. En cualquier caso, otra enseñanza de este artículo es que resulta fundamental realizar el tratamiento asegurando que actuamos sobre la zona dañada, y en muchas ocasiones, eso sólo puede hacerse con precisión si la inyección se realiza con guía ecográfica, como hacemos desde hace años en el Instituto Médico Arriaza.
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