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Claves para detectar una lesión por sobreuso

Publicado el 23 abril 2020 por Instituto Médico Arriaza

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El deporte es una de las mejores maneras de las que disponemos para practicar ejercicio y adquirir hábitos saludables, así como para aprender las ventajas del trabajo en equipo. Sin embargo, hay casos en los que practicar deporte puede venir acompañado de lesiones, algunas evidentes, como puede ser la rotura de un hueso, u otras más difíciles de detectar, como podría ser la tendinitis.

Estas lesiones menos aparentes se denominan lesiones por sobreuso y suelen venir derivadas de un esfuerzo continuado en el deporte. Una manera de clasificar las lesiones deportivas es dividirlas en dos tipos: agudas y por sobreuso (crónicas). Las lesiones agudas son, habitualmente, resultado de un suceso aislado como un golpe o una caída, mientras que las lesiones por sobreuso llegan con el tiempo y se producen cuando repetidos traumas afectan a tendones, huesos, músculos y articulaciones. Ejemplos comunes de estas últimas pueden ser el codo de tenista, el hombro de nadador o tendinitis de Aquiles, entre otras.

Causas y síntomas de las lesiones por sobreuso

Existen varias causas para este tipo de lesiones, desde un incorrecto entrenamiento, una mala técnica, fallos en la equipación y/o problemas anatómicos o biomecánicos en el deportista. Por eso es importante saber que en el momento en que exista dolor es imprescidible parar el entranamiento.

Te facilitamos una serie de síntomas que puedes considerar para contactar con tu entrenador, tus padres o un médico y que pueden implicar una lesión por sobreuso:

1. Si pones peso en una parte del cuerpo, como la muñeca o el tobillo y tienes dolor.
2. Si tienes dolor en alguna parte del cuerpo en gestos que normalmente no te generaban dolor.
3. Si te aparece dolor al finalizar un entrenamiento y no puedas explicar su origen.
4. Si presentas una debilidad no habitual.
5. Si experimentas rigidez  al comenzar a entrenar y tras 10 o 15 minutos te permite entrenar con normalidad (típico en lesiones tendinosas).
6. Si notar que tienes dolor o molestias en una zona concreta en reposo.

Por supuesto, en el momento en que tengas alguno de estos síntomas, debes parar la actividad, sobre todo si estás experimentando un dolor intenso o pinchazos.

Ten en cuenta que si sigues jugando o realizando el entrenamiento puedes correr el riesgo de agravar el problema que puedas presentar. Nunca tengas miedo de transmitir tus dudas o tus dolores a tu entrenador o a tus padres, pues cuanto antes se pueda diagnosticar una lesión, más rápida y efectiva es la recuperación.

¿Cómo se pueden evitar las lesiones por sobreuso?

Hay diversas maneras en las que puedes intentar evitar estas lesiones:

  • Con un buen chequeo en la pretemporada.
  • Con un correcto calentamiento y estiramientos, antes y después de practicar tu deporte.
  • Ten en cuenta la hidratación para mantenerte en forma (la deshidratación es una causa muy frecuente del bajo rendimiento deportivo)
  • Utiliza una equipación acorde con el deporte que practiques, y presta especial atención al calzado.
  • No olvides utilizar protección solar para proteger la piel si realizas deportes al aire libre.
  • Si no lo haces ya, implementa una temporada de descanso y no practiques el deporte todo el año a alta intensidad (realiza una planificación de la temporada).

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