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Artroscopia de hombro en niños y adolescentes

Publicado el 19 julio 2019 por Instituto Médico Arriaza

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La artroscopia se está utilizando cada vez con mayor frecuencia para tratar un amplio espectro de patologías en niños y adolescentes, ya que supone una técnica mínimamente invasiva y se emplea para tratar infecciones, contracturas derviadas de parálisis del plexo braquial, inestabilidad por traumas, inestabilidad multidireccional sin traumas, hemofilia o lesiones del manguito rotador, entre otras.

El aumento en el uso cada vez mayor de esta técnica se debe, en gran medida, al crecimiento de lesiones agudas y crónicas que los niños padecen durante la práctica deportiva. Si bien la artroscopia es una herramienta de gran relevancia en muchas otras patologías no derivadas de la práctica del deporte en estas edades.

Este procedimiento quirúrgico ha demostrado su eficacia en el diagnóstico y tratamiento de enfermedades en articulaciones. La técnica artroscópica permite ver, ingresando cámaras de video, gracias a instrumental específico, a través de pequeñas incisiones, sin la necesidad de realizar una compleja cirugía abierta.

Las mejoras tecnológicas y la disminución del tamaño de los instrumentos han permitido tratar enfermedades articulares pediátricas. Los niños poseen articulaciones pequeñas, con hueso y cartílago en continuo crecimiento. Por lo mismo la necesidad de tratar estas lesiones complejas, para evitar daños mayores a futuro. Existen varios factores que son únicos en los niños y que deben siempre tenerse en cuenta antes de una intervención artroscópica:

  1. Es necesario equipo de la talla adecuada para el acceso intraarticular.
  2. Las contracturas severas de las articulaciones debidas a afecciones como la parálisis cerebral y/o la artrogriposis pueden impedir la artroscopia o limitar su uso.
  3. La displasia ósea subyacente puede aumentar el riesgo de daño condral intraoperatorio, prohibir el acceso a las articulaciones y distorsionar gravemente la visión del cirujano.
  4. La capacidad o no del paciente, o incluso de la familia, para completar las instrucciones postoperatorias puede ser determinante y en algunos casos será necesario esperar a que el paciente sea más maduro o cooperativo.

PATOLOGÍAS PEDIÁTRICAS TRATADAS MEDIANTE ARTROSCOPIA

1. Infección aguda de la articulación

En los casos de infecciones agudas de hombro, para eliminar los residuos infecciosos y lavar la articulación. Debe hacerse lo antes posible para detener con más eficacia la acción destructiva del germen.

2. Contracturas derivadas de una parálisis del plexo braquial. 

El plexo braquial es la red de nervios que envía señales desde la médula espinal hasta el hombro, el brazo y la mano. Las lesiones del plexo braquial se producen cuando estos nervios se estiran, se comprimen o, en los casos más graves, se desgarran o se desprenden de la médula espinal. Una recuperación incompleta tras una parálisis del plexo braquial al nacer puede derivar en incapacidad del movimiento y desequilibro muscular.

En muchos casos se tratará con cirugía abierta, pero debido a algunas deficiencias en la aplicación concreta de este método para tratar esta patología, varios cirujanos prescriben los medios artroscópicos para tratar la contractura de rotación interna y la cabeza humeral posterior subluxación asociada con parálisis del plexo braquial.

3. Lesión del labrum e inestabilidad de hombro derivada de un traumatismo.

Muchas de las lesiones pediátricas o adolescentes implican inestabilidad en el hombre. En la mayor parte e los casos se clasifican en dos grupos: (1) inestabilidad unidireccional y (2) inestabilidad multidireccional.

Las dislocaciones del hombro anterior por un traumatismo representan más del 90% de las dislocaciones de hombro en niños y adolescentes, mientras que la inestabilidad unidireccional postraumática como resultado de una lesión de Bankart es más común en pacientes con placas de crecimiento cerrado y, por lo tanto, se ve más en adolescentes.

Se debe entonces reparar el labrum más estirado o roto y la cápsula anterior de la articulación del hombro. La operación implica la reinserción y sutura del labrum roto y los ligamentos del hombro. Esto generalmente se hace utilizando suturas y pequeños anclajes en el hueso de material no metálico.

4. Inestabilidad multidireccional atraumatica

Este tipo de inestabilidad puede incluir varios factores como características genéticas, alteración de las propiedades viscoelásticas de los tejidos, pobre configuración ósea y debilidad de los músculos rotadores y escapulares que producen un pobre control neuromuscular.

5. Hemofilia congénita

La hemofilia congénita es resultado de la ausencia o deficiencia del factor VIII (hemophilia A) o el factor IX (hemophilia B) y se caracteriza por un sangrado intra-articualr que conlleva dolor, limitación funcional, y dinalmente, una enfermedad degenerativa de las articulaciones.

Las hemorragias articulares (hemartrosis) son las manifestaciones más típicas de la hemofilia. Cuando las hemartrosis son frecuentes y/o intensas, la membrana sinovial no es capaz de reabsorber toda la sangre. Para compensar tal deficiencia reabsortiva, la sinovial se hipertrofiará dando como resultado lo que se denomina sinovitis hemofílica crónica.

En estos casos a la hora de realizar la artroscopia hay que tener especiales cuidados ya que el uso de torniquetes no es posible y el sangrado puede conllevar problemas de visualización.

6. Patología del manguito de los rotadores

El manguito de los rotadores es un grupo de músculos y sus tendones que forman un manguito sobre la articulación del hombro. Estos músculos y tendones sostienen el brazo en la articulación del hombro y ayudan a que el hombro se mueva en diferentes direcciones. Los tendones en el manguito de los rotadores pueden desgarrarse cuando se sobrecargan o se lesionan.

Reparación del manguito de los rotadores:

  • Se juntan los bordes de los músculos. El tendón se pega al hueso con suturas.
  • Con frecuencia, se usan remaches pequeños (llamados anclaje con suturas) para ayudar a fijar el tendón al hueso.
  • Los anclajes se pueden hacer de metal o plástico y no es necesario retirarlos después de la cirugía.

OTROS USOS: ARTROSCOPIA DIAGNÓSTICA

A diferencia de los adultos, en el caso de los niños no es lo más habitual emplear la técnica artroscópica como herramienta de diagnóstico, si bien hay casos en los pueda ser necesaria para visualizar correctamente el maguito rotador en adolescentes de mayor edad.

Bibliografía y webgrafía

– Nirav K. Pandya, MD Surena Namdari, MD, MSc.: «Shoulder Arthroscopy in Children and Adolescents», J Am Acad Orthop Surg 2013, nº 21, pp. 389-397.
– Patino, O, Dr.: «Rehabilitación de la inestabilidad del hombro», Artroscopia, vol. 19, nº 1 (2012), pp.73-80.
– https://www.cirugiadelhombro.es/lesion-bankart-de-la-articulacion-del-hombro/
– Rodríguez-Merchán, E.C. «Las hemorragias articulares (hemartrosis) en la hemofilia. El punto de vista de un cirujano ortopedista», Tratamiento de la Hemofilia, abril de 2008 · No. 23.

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