El Hallux Valgus es una deformidad del primer dedo del pie (llamado en términos anatómicos «hallux»), que se desvía hacia fuera, es decir en valgo. El bulto que se nota en el borde interno del pie es conocido popularmente como Juanete.
El Hallux Valgus es el tipo de patología que más nos encontramos a nivel de primera articulación del pie, así como la que más imposibilita al paciente y que afecta a la funcionalidad general del miembro. Es la principal causa de visita al traumatólogo especialista en pie y tobillo. Es recomendable acudir al especialista cuando se tiene sospecha de sufrir este tipo de patología para reducir los riesgos.
¿Por qué se produce el Juanete?
El hallux valgus es causado principalmente por una predisposición genética. Está asociado en algunas ocasiones al uso de calzado inadecuado, y es más frecuente en mujeres que en hombres.
Según la longitud de los dedos existen tres tipos de pies:
- Pie egipcio, llamado así aquél en el cual el primer dedo es mayor que el segundo, y éste mayor que el tercero y así sucesivamente. Es el tipo más frecuente y se presenta en el 69% de la población
- Pie griego, en el cual el primer dedo es más corto que el segundo, pero éste es mayor que el tercero y así sucesivamente. Se presenta en el 22% de la población.
- Pie cuadrado, en el que el primer dedo es prácticamente igual al segundo y los restantes van disminuyendo en progresión. Es el menos frecuente viéndose en el 9% de la población.
El pie griego es el que menos trastornos provoca y el que mejor se adapta al calzado. A su vez, el pie egipcio es propenso a la aparición de diferentes enfermedades, principalmente el hallux valgus (HV) y el hallux rígidus.
¿Cómo se diagnostica el HV?
Los pacientes que acuden a la consulta por Hallux Valgus refieren dolor y deformidad del pie, con limitación para el calzado. Normalmente, el dolor está localizado en el borde interno del primer dedo del pie, y, en ocasiones, en la planta del pie, principalmente bajo la cabeza del segundo metatarsiano, donde se desarrolla una callosidad plantar, secundaria a la incapacidad del primer dedo deformado para soportar la carga que le correspondería (es lo que se denomina una «metatarsalgia de trasferencia»).
¿Cómo se valora clínicamente?
En la exploración clínica es importante la inspección del pie, pues puede presentar tumefacción en la zona interna o bursitis, que puede llegar incluso a infectarse secundariamente.
La evaluación de la deformidad provocada por el Hallux Valgus debe realizarse en posición de carga bilateral (erecto y apoyado sobre los dos pies), puesto que la deformidad se acentúa con el soporte del peso. Es importante valorar el estado de reductibilidad del juanete, las deformidades asociadas de los dedos laterales, la situación de la bóveda plantar (pie plano o cavo) o del retropié (varo, valgo o neutro), y revisar la presencia de callosidades en la planta del pie, que indicarían un desequilibrio en el apoyo metatarsal.
Para el estudio radiológico de este problema suele ser suficiente con unas radiografías simples viendo el pie desde arriba y de lado en carga (proyecciones «dorsoplantar y lateral»), para poder medir los ángulos de la bóveda plantar, intermetatarsiano, metatarsofalángico y la relación de la carilla articular con la diáfisis del 1º radio.
¿Cómo debe tratarse un hallux valgus o juanete?
En un primer momento, si la deformidad no es severa ni dolorosa, el paciente puede ser tratado de forma conservadora. En principio, se le aconseja utilizar calzado ancho, con tacón de unos 3-4 cm aproximadamente, combinándolo con una plantilla de descarga metatarsal, en caso de que exista una metatarsalgia secundaria.
¿Cuándo debe operarse un HV?
La indicación quirúrgica primaria es el dolor y va a depender del tipo de Hallux Valgus, la morfología del primer radio y la anatomía del antepié. La corrección quirúrgica debe planificarse para eliminar el dolor y evitar alteraciones de las estructuras articulares y otras patologías asociadas, y puede ser diferente de un paciente a otro.
En estos últimos años las técnicas quirúrgicas para la cirugía del Hallux Valgus han evolucionado de manera importante, y hoy en día es raro que en un paciente no se combinen gestos sobre las estructuras óseas (los cortes u «osteotomías») para modificar su alineación con gestos sobre las partes blandas para modificar su tensión.
Además, actualmente tenemos la posibilidad de utilizar la Cirugía Mínimamente Invasiva para tratar este tipo de enfermedades. Es un método que permite realizar la cirugía mediante pequeñas incisiones, y aún así corregir las deformidades bajo control radiológico.
¿Qué pasa después de la intervención?
Se aplicará al paciente un vendaje de compresión suave y alineación digital como ayuda de estabilización. Se le permite la carga inmediata con zapato ortopédico durante 4-6 semanas. Si se han realizado cortes en el hueso que hayan necesitado algún sistema de fijación (placas, tornillos, etc), habitualmente el zapato permitirá el apoyo en la mitad posterior del pie, pero no en el antepié. Aún así, se permite caminar sin excesos con él.
Normalmente, realizamos la primera cura a los 7-10 días, con control posterior al mes de la cirugía. Si no hay complicaciones y los tejidos van cicatrizando y consolidando correctamente, los paciente suelen empezar a utilizar calzado amplio con una pequeña cuña en el talón a los 6-8 semanas de la cirugía, aunque se suelen notar molestias tolerables hasta que han transcurrido 3-4 meses tras la cirugía.
Publicado en las siguientes categorias Patologías de pie y tobillo, Traumatología y cirugía