La artritis reumatoide (AR) es una enfermedad reumática crónica que se caracteriza por la afectación de las articulaciones de manos, pies, muñecas, hombros, codos, caderas y rodillas. En las que se produce dolor, hinchazón secundaria a la inflamación de la membrana sinovial y rigidez sobre todo por la mañana o después de periodos prolongados de reposo. Si padeces esta enfermedad por supuesto debes seguir el consejo de tu médico y tomar los medicamentos exactamente como te los recetaron. Sin embargo también puedes seguir estos consejos y así ayudarás a mantener o aumentar tu calidad de vida.
1. Presta atención al dolor.
Esto puede parecer evidente, pero estar pendiente del tipo y duración del dolor es una de las primeras medidas que puedes aplicar para enfrentar la enfermedad.
Si el dolor dura más de una hora después de determinada actividad o causa hinchazón en las articulaciones, indica que la actividad que realizaste te produjo una sobrecarga. Será necesario que en el futuro cambies la intensidad de la actividad o la manera de realizarla para evitar que el dolor empeore.
También te ayudará cambiar la posición con frecuencia. En actividades como escribir, hacer manualidades o conducir, afloja el puño cada 10 a 15 minutos o en periodos de ver la televisión o utilizando un ordenador, ponte de pie y muévete cada 30 minutos.
Existen también herramientas y utensilios diseñados para personas con artritis. Los productos como los guantes antivibratorios y los bolígrafos y utensilios de cocina de diámetro ancho pueden reducir el dolor de los movimientos que implican asir o pellizcar.
2. Conserva la energía.
Equilibra los períodos de descanso y actividad durante el día. Trabaja a un ritmo parejo y moderado, con pausas breves frecuentes. Detente y descansa antes de que te sientas demasiado cansado o dolorido. También es importante el descanso en la noche: dormir entre ocho y diez horas diarias te beneficiará. Se recomienda, además, que el colchón sea duro y la almohada baja.
3. Controla la alimentación y sigue una dieta saludable
En líneas generales es siempre recomendable seguir una dieta y unos hábitos saludables. La obesidad o el sobrepeso influyen muy negativamente en esta enfermedad, ya que cualquier carga extra sobre las articulaciones te podrá provocar mayor dolor. Además, el sobrepeso puede provocar la aparición de enfermedades como la diabetes, la hipertensión arterial, que agravan el proceso inflamatorio y por tanto aceleran la progresión de la artritis reumatoide.
4. Ejercicio sí, siempre con control
En pacientes con artritis reumatoide el ejercicio moderado, realizar actividad física que no implique esforzar las articulaciones puede aliviar el dolor y mejorar su función, estado de ánimo y calidad de vida.
Las actividades físicas que no hacen esforzar las articulaciones son las de bajo impacto como caminar, andar en bicicleta y nadar. Es importante mantenerse tan activo como la salud lo permita, y ajustar la intensidad a tus propios síntomas.
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