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Decálogo para ayudar a los niños a tener una actitud deportiva

Publicado el 12 marzo 2020 por Instituto Médico Arriaza

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Muchos padres que van a ver a sus hijos practicar y competir en el deporte elegido han visto conductas no deportivas o no apropiadas en entrenadores, jugadores y/u otros padres, pues de todos es conocido que hay numerosas ocasiones en que prima más el sentimiento competitivo que el deportivo y no se da la suficiente importancia al trabajo en equipo.

Este tipo de conductas y comentarios pueden resultar perjudiciales para los niños no solo a nivel deportivo, sino que pueden minar su confianza. Por esto es importante que tanto entrenadores, como compañeros de deporte, y los padres y madres creen entornos deportivos positivos que refuercen la autoestima de los más jóvenes.

¿Cómo se puede alcanzar esto?

Sólo con el trabajo en equipo de padres, entrenadores y otros jugadores que potencien el deporte como un punto común donde la opinión de todos es importante y se debe respetar. Además, te ofrecemos un decálogo de buenas prácticas que te pueden ayudar:

1. Colocar al niño en un entorno seguro, con entrenamiento adecuado a su edad y con el correcto equipamiento.

2. Desde el primer día de entrenamiento, trabajar con los entrenadores y otros padres para definir y comunicar a los niños cuáles son los objetivos, los valores y los procedimientos correctos en el deporte que practiquen.

3. Ser conscientes de que en ocasiones, los entrenadores de equipos de niños y adolescentes pueden ser voluntarios y no tienen certificaciones profesionales.

4. Moderar las expectativas que se depositan en los niños y adecuarlas a los objetivos del entrenador y el equipo, siempre teniendo en cuenta que otros niños y padres tienen sus propias expectativas y objetivos y que no son más relevantes unas que otras.

5. Enfatizar una y otra vez que la clave está en mejorar cada día, no en ganar.

6. Resistir la necesidad de proyectar en los niños nuestras propias aspiraciones y expectativas, pues cada uno tiene sus propias características, habilidades e intereses y es importante ver y valorar las habilidades intrínsecas al niño.

7. Recordar mantener una actitud correcta y controlar las emociones en los eventos deportivos. Es importante presentar una actitud positiva y no gritar o exaltarse con otros jugadores, los entrenadores, árbitros, u otro personal que pueda haber en el campo.

8. Aceptar los triunfos y las frustraciones, ayudando a que los niños puedan encontrar en los fracasos un medio para mejorar y así trabajar para mejorar su actitud deportiva, fomentando un deporte de calidad. Nunca menospreciar o gritar al niño por los errores cometidos.

9. Establecer una comunicación abierta y fluida. Si no estás de acuerdo con el enfoque del entrenador o el comportamiento de otros padres, háblalo con ellos de manera respetuosa en el momento y lugar adecuados.

10. Ser un modelo a seguir, mostrando respeto a las personas a tu alrededor, así el niño o niña seguirá tu ejemplo.

Como ves, está en nuestras manos asegurarnos de que la practica deportiva de nuestros hijos suponga una oportunidad más de desarrollo, a nivel físico y también a nivel personal.

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